COMUNICACIÓN



La rápida implantación de las Nuevas Tecnologías de Información y la Comunicación (NTIC) en todas las esferas de la sociedad, no ha permitido que las familias y educadores/as podamos acompañar a l@s menores en un uso crítico y responsable de las mismas. En parte, es posible que incluso nos hayamos desentendido.

La frecuencia de actualización y el ritmo vertiginoso con el que evolucionan las NTIC, nos generan estrés, frustración y miedo. El resultado es una actitud de no intervención y abstención educativa en este ámbito, al cual casi siempre respondemos: “no podemos hacer nada porque saben más que nosotr@s”. Esto no es del todo cierto, los menores sólo dominan un cierto uso de las NTIC y algunas herramientas concretas, pero les falta tener una visión amplia e integral y desconocen otras herramientas y usos.

Los múltiples agentes de socialización: familia, instituciones educativas nos trasmiten valores de competencia e individualismo, donde la violencia está presente constantemente y no solo no es cuestionada sino que a veces se premia. Las NTIC, como herramientas que son, en muchas ocasiones sólo cumplen un papel reproductor de estos valores y agentes de socialización.

Pese a las infinitas posibilidades que ofrece Internet como estructura económica y cultural para facilitar muchas de las actividades humanas y contribuir a una mejor satisfacción de nuestras necesidades y a nuestro desarrollo personal, el uso de Internet también conlleva RIESGOS, especialmente para los niños y adolescentes (estudiantes). En el caso de los niños, la falta de una adecuada atención por parte de los padres (que muchas veces están trabajando fuera de casa todo el día) les deja aún más vía libre para acceder sin control a la Internet. Si el ordenador familiar no dispone de filtros que limiten el acceso a las páginas inadecuadas, de forma accidental o buscando nuevos amigos y estímulos se irán encontrando allí con toda clase de contenidos, servicios y personas, no siempre fiables ni convenientes para todas las edades. Y lo que empieza por curiosidad puede acabar en una adicción ya que los niños y los adolescentes son fácilmente seducibles. Por desgracia hay muchos padres que no son conscientes de estos peligros, que ya se daban en parte con la televisión y los videojuegos y que ahora se multiplican en Internet, cada vez más omnipresente y accesible a todos en las casas, escuelas, cibercafés, etc. Todas las funcionalidades de Internet (navegación por las páginas web, publicación de weblogs y webs, correo electrónico, mensajería instantánea, foros, chats, gestiones y comercio electrónico, entornos para el ocio, las redes sociales como Facebook, Twitter, Messenger, Instagram, Whatssap, etc.) pueden comportar algún riesgo, al igual como ocurre en las actividades que realizamos en el "mundo físico". Estos riesgos incluyen actividades de intimidación, burla, maltratato y abuso sexual. Y su realización se ve beneficiada por las ventajas  comunicativas del internet.

A continuación, haremos énfasis en las herramientas de comunicación social y aquellos riesgos que representa la facilidad de comunicación y como esto puede abrir oportunidades para que se lleven a cabo acciones que atentan de alguna manera contra el bienestar emocional de las personas que hacen uso de ellos.

grooming




El término proviene del inglés "groom" que significa acicalar o cepillar en caso de animales. Sin embargo, según la definición de Wikipedia (la Real Academia Española todavía no ha incluido el término en su diccionario), el "grooming" es "un nuevo tipo de problema relativo a la seguridad de los menores en Internet, consistente en acciones deliberadas por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor o incluso como preparación para un encuentro sexual".
Se trata de un problema cada vez más acuciante y que ya ha puesto en guardia tanto a la policía como a distintas asociaciones. Las principales dificultades para atajarlo y terminar con él son el anonimato de los delincuentes, la inocencia de los menores y la fácil accesibilidad de Internet y es que, a diferencia  del  ciberacoso, en el "grooming" "el acosador es un adulto y existe una intención sexual".
En realidad, no se trata de nuevos delitos, sino de antiguas formas de abuso de menores que se han readaptado a los nuevos tiempos y al anonimato de la Red. De hecho, explican, "a pesar de que estas situaciones comienzan en la red, con frecuencia suelen trascender al mundo físico, derivando en delitos tales como el tráfico de pornografía infantil o el abuso físico a menores".

¿CÓMO MITIGAR EL GROOMING?

1. No proporcionar imágenes o informaciones comprometedoras (elemento de fuerza) a nadie ni situar las mismas accesibles a terceros. Se ha de pensar que algo sin importancia en un determinado ámbito o momento puede cobrarla en otro contexto.

2. Evitar el robo de ese elemento de fuerza para lo cual se debe preservar la seguridad del equipo informático y la confidencialidad de las contraseñas.

3. Mantener una actitud proactiva respecto a la privacidad lo que implica prestar atención permanente a este aspecto y, en especial, al manejo que las demás personas hacen de las imágenes e informaciones propias.

Cuando se comienzan a recibir amenazas e intimidaciones es importante:

4. No ceder al chantaje en ningún caso puesto que ello supone aumentar la posición de fuerza del chantajista dotándole de un mayor número de elementos como pueden ser nuevas imágenes o vídeos eróticos o pornográficos.

5. Pedir ayuda. Se trata de una situación nueva y delicada que conlleva gran estrés emocional. Contar con el apoyo de una persona adulta de confianza es fundamental. Aportará serenidad y una perspectiva distinta.

6. Evaluar la certeza de la posesión por parte del depredador de los elementos con los que se formula la amenaza y las posibilidades reales de que ésta se lleve a término así como las consecuencias para las partes. Mantener la cabeza fría es tan difícil como importante.

7. Limitar la capacidad de acción del acosador. Puede que haya conseguido acceso al equipo o posea las claves personales. En previsión de ello:
Intervención: poner fin al acoso sexual.
Las situaciones de acecho sexual rara vez terminan por sí mismas, siendo habitual la reincidencia en el acoso incluso en momentos muy distantes en el tiempo. Es preciso no bajar la guardia y llegar hasta el final para lo cual es conveniente:

8Analizar en qué ilegalidades ha incurrido el acosador y cuáles pueden ser probadas. Puede ser inviable probar que el depredador dispone de ciertas imágenes o informaciones o que las ha hecho públicas. También puede ocurrir que no se pueda demostrar que esas imágenes fueron obtenidas por la fuerza o mediante engaño o incluso que se han recibido amenazas. Por todo ello conviene saber en qué ilícitos ha incurrido o incurre el depredador porque ello habilita la vía legal.

9. Buscar y recopilar las pruebas de la actividad delictiva: capturas de pantalla, conversaciones, mensajes… todo aquello que pueda demostrar las acciones del depredador o dar pistas sobre su paradero o modo de actuar será de gran utilidad tanto a efectos de investigación como probatorios. Se debe tener presente no vulnerar la Ley en este recorrido.

10. Formular una denuncia. Con un adecuado análisis de la situación y elementos de prueba que ayuden a la investigación el hecho ha de ser puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con independencia de que el acecho hubiera o no remitido.

Cada caso es diferente y la manera de abordarlo también. En determinadas circunstancias, incluso puede ser recomendable seguir la corriente del acosador para tratar de identificarle. En otras, la denuncia inmediata a la policía es la opción más razonable. No obstante, las anteriores son orientaciones que pueden funcionar bien en la mayoría de los casos y mientras la policía ofrece su asistencia.



SEXTING


La palabra sexting es un neologismo tomado de la lengua inglesa compuesto por las voces inglesas “sex” y “texting”; sexting alude al envío de mensajes con contenido de tipo pornográfico y/o erótico a través de los teléfonos celulares. Es decir es aquel acto de emitir mensajes sumamente explícitos que incluyen un contenido lascivo o libertino a través de un teléfono móvil; sin embargo desde cierto tiempo también el sexting incluye el envió y recepción de videos e imágenes fotográficas, a las que también se les denomina como “selfies”, donde las personas muestran sus partes sexuales.


¿CÓMO MITIGAR EL SEXTING?

1. Piénsalo antes de enviar. Lo que publicas online o sale de tu propio móvil se convierte en irrecuperable, escapa para siempre de tu control y puede llegar a cualquiera en cualquier momento. Lo que ahora quieres mostrar de ti, mañana puede que no te guste. A quien se lo envías hoy, quizás mañana no sea tu amigo. Además cada vez hay más webs que se dedican a recopilar y difundir estas imágenes: tu desnudo podría acabar en uno de ellos.

2. Desnudez y minoría de edad, delito de pornografía infantil. La pornografía infantil es un delito cuando se crea, se posee o se distribuye. Se considera pornografía infantil la protagonizada por quien no ha cumplido los 18 años. Si te llegan este tipo de imágenes, bórralas de inmediato. Si crees que su difusión está dañando a alguien, ponlo antes en conocimiento de una persona adulta.
3. La imagen es un dato personal cuyo uso está protegido por la Ley. La imagen de alguien no se puede utilizar sin el consentimiento de la persona implicada. En ciertos casos hace falta incluso otro tipo de autorizaciones. No lo olvides. Si hay problemas, esto puede ponerse sobre la mesa y comprometerte.
4. Recibir o tomar una imagen de una persona no te da derecho a distribuirla. El hecho de contar con una imagen (fotografía o vídeo) en tu teléfono móvil no significa que tengas derecho a hacer con ella lo que quieras. Son cosas diferentes. Incluso si te dieron permiso para tomar la imagen, no significa que la puedas enviar a terceros.
5. La Ley actúa siempre, también para los menores, con Internet y los móviles. Que todo el mundo lo haga, que consideres que no van a poder identificarte, o que seas menor de edad no te libra del peso de la justicia. Las leyes están para protegerte y por eso actúan en todos los ámbitos. También protegen a los demás, y te pedirán cuentas si no respetas las reglas.
6. No participes con tu acción, tu risa o tu omisión. Cuando el sexting deriva en humillación y acoso colectivo, la víctima sufre un daño enorme, un sufrimiento extremo. Si lo promueves y lo jaleas, eres responsable. Si te callas, tu silencio ayuda a quien acosa y hiere a la víctima.

CYBERBULLYING

El cyberbullying o cyber acoso  es el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los casos en los que personas adultas intervienen.

Estamos ante un caso de ciberbullying cuando un o una menor atormenta, amenaza, hostiga, humilla o molesta a otro/a mediante Internet, teléfonos móviles, consolas de juegos u otras tecnologías telemáticas

Manifestaciones

Las formas que adopta son muy variadas y sólo se encuentran limitadas por la pericia tecnológica y la imaginación de los menores acosadores, lo cual es poco esperanzador. Algunos ejemplos concretos podrían ser los siguientes: 


- Colgar en Internet una imagen comprometida (real o
  efectuada mediante fotomontajes) datos delicados, cosas
  que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a
   conocer en su entorno de relaciones.

- Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en un web donde
  se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente, etc., y cargarle
  de puntos o votos para que aparezca en los primeros lugares.

- Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, en redes sociales o foros,
  donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados
  acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales.

- Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats
  haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan
  posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la usurpación de personalidad.

- Dando de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para que
  luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos.

- Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su
 legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le
 llegan violando su intimidad.

- Provocar a la víctima en servicios web que cuentan con una persona responsable
 de vigilar o moderar lo que allí pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales,
 etc.,) para conseguir una reacción violenta que, una vez denunciada o evidenciada,
  le suponga la exclusión de quien realmente venía siendo la víctima.

- Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento
 reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en
 duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso.


- Enviar menajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en
 los lugares de Internet en los se relaciona de manera habitual provocándole una
 sensación de completo agobio.

Otra modalidad de cyberbullying se conoce como MASQUERADING.

  El Enmascaramiento es una forma elaborada de acoso cibernético, donde el agresor se hace pasar por alguien que no  es. Podrían crear direcciones de correo electrónico falsas o nombres de mensajería instantánea o pueden utilizar el correo electrónico de otra persona o teléfono móvil para intimidar. Esto haría que parezca como si las amenazas se han enviado por otra persona, manteniendo de nuevo la identidad del agresor oculta.

Este es uno de los mayores problemas que se presentan a nivel escolar. En Colombia se han presentado múltiples casos que incluso han llevado al suicidio de quienes se ven afectados, afectando a sus familiares y amigos.

Requiere por parte de las instituciones educativas, de los padres de familia y de las autoridades, establecer controles sobre lo que hacen nuestros hijos y estudiantes. Se recomiendo promover charlas orientadoras sobre lo que representa este flagelo y por qué no deberían hacerlo.


10 Consejos Básicos contra el cyberbullying   



  1. No contestes a las provocaciones, ignóralas. Cuenta hasta cien y piensa en otra cosa.
  2. Compórtate con educación en la Red. Usa la Netiqueta.
  3. Si te molestan, abandona la conexión y pide ayuda.
  4. No facilites datos personales. Te sentirás más protegido/a.
  5. No hagas en la Red lo que no harías a la cara.
  6. Si te acosan, guarda las pruebas.
  7. Cuando te molesten al usar un servicio online, pide ayuda a su gestor/a.
  8. No pienses que estás del todo seguro/a al otro lado de la pantalla.
  9. Advierte a quien abusa de que está cometiendo un delito.
  10. Si hay amenazas graves pide ayuda con urgencia.



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